Por Carlos Narváez, EL VOCERO – 9:09 pm
No empece a que el propio pietaje luce ser una muestra inequívoca de las serias irregularidades que se produjeron la noche en que el puertorriqueño Prichard Colón enfrentó a Terrel Williams, el Departamento Regulador de Profesiones y Ocupaciones (DPOR) del estado de Virginia, exoneró de cualquier responsabilidad tanto al rival del boricua como al doctor y al referí del combate.En un documento firmado por la directora de comunicaciones del DPOR, Mary Broz Vaughan, el departamento alegó que luego de una exhaustiva investigación encabezada por el sub director de ese organismo, Nick Christner, no se encontraron acciones que ameritaran sanciones contra Williams, el oficial Joe Cooper y el médico de turno, Richard Ashby.
Actualmente, Colón continúa en estado de coma en el Centro Sheperd de Atlanta, Georgia, a donde fue enviado luego de varias semanas de su ingreso al Hospital Innova Fairfax de Virginia, en donde fue operado por un severo sangrado cerebral.
Colón sufrió un episodio de vómitos y desmayo en el camerino del EagleBank Arena de Fairfax, tan pronto concluyó el pleito en el que se hizo evidente el gran número de golpes detrás de la cabeza que recibió por parte de Williams.
“Resumiendo el reporte: no hubo violación al reglamento que aparenta ameritar acción disciplinaria contra cualquiera de los (boxeadores) licenciados en Virginia, incluyendo a Williams”, señaló la comunicación firmada por Broz Vaughan.
“Cooper, el referí contratado, mantuvo generalmente el control del encuentro (aún con desacuerdo notable sobre algunas determinaciones de faltas y consistentes deducciones de puntos), consultó con el doctor de ‘ringside’ y cumplió con los requisitos reglamentarios para atender la salud de Colón. Ashby, el médico contratado en ‘rinside’, determinó la condición de Colón de competir basado en un formulario médico prepelea y evaluación física. Le ofreció ayuda médica hablándole y mirándolo a los ojos”, agregó en el documento.
El informe detallado señaló además que se determinó que Colón no tenía problemas en su vista ni laceraciones severas.
La determinación del DPOR cayó como un balde de agua fría en la familia del peleador, especialmente de su padre y entrenador, Richard Colón, quien confía en un pronto despertar de su hijo a pesar de los largos meses en coma.
En manos de sus abogados
También espera por que se haga justicia.
“Nosotros tenemos un abogado y él se encargará de esto. No hay nada más que decir”, reaccionó Colón. “Definitivamente me sorprende, pero mi abogado se encargará y no tenemos opinión. No haremos comentarios que pueda dañar el proceso”, sostuvo Colón.
El púgil, de apenas 23 años, será intervenido de otra condición próximamente, por lo que su traslado al hogar de su madre, en la ciudad de Orlando, Florida, quedó pospuesto para más adelante.
“Estaba para ir a casa de su mamá el 28 de marzo, pero tenemos otro asunto que atender, y luego de eso estará en observación, para entonces proceder con el traslado”, añadió.
A Colón le fue implantado recientemente un catéter en la columna vertebral conectado a un artefacto electrónico, tipo bomba programable, que se encargará de administrar una solución de baclofeno directo a la médula espinal que tiene como fin aliviar la espasticidad o contracción de los músculos, que ha sido causada principalmente por daño cerebral.
Colón cumplirá hoy cinco meses en estado de coma.
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