viernes, 15 de febrero de 2013

¿Qué pasa con el boxeo boricua? Vocero.com

¿Qué pasa con el boxeo boricua?

Arturo Santiago Rubero
Colaboración El Vocero

'Rocky' Martínez es el único campeón mundial de Puerto Rico. EL VOCERO/Archivo
 

Me da mucho pesar pensar cómo es posible que estemos prácticamente sin campeones mundiales. Hoy día con tantas divisiones (17) y cuatro organismos reconocidos a nivel mundial, solo tenemos un campeón (Román “Rocky” Martínez) y de casualidad.
Es justificable que esto hubiese pasado en la época de Sixto Escobar, Carlos Ortiz y José “Cheguí”Torres, puesto que eran menos las categorías como los organismos.
Bien recuerdo cuando Puerto Rico se convirtió en la segunda plaza más importante a nivel mundial entre 1975 y 1979 cuando surgieron campeones como Angel “Cholo” Espada, Alfredo Escalera, Wilfred Benítez, Esteban de Jesús, Samuel Serrano y Wilfredo Gómez. Era la época de oro del boxeo puertorriqueño. Daba gusto ver esas luminarias por sus tremendous combates.
La pregunta que se hace hoy día es: ¿Por qué estamos escasos de campeones?
Diré que talentos como púgiles tenemos, lo que escasea son buenos entrenadores. Aquí no hay entrenadores talentosos. Muchos dicen saber y no tienen la más mínima idea de lo que hacen. Son unos aguajeros que tratan de vivir a costillas de otro. Además, pecan por no tener consciencia en lastimar a jóvenes inocentes y usan artimañas para engañarlos. !Esa es la mera verdad!
Citemos los siguientes púgiles que fueron víctimas de mal manejo cuando pudieron ser mejores: Félix “Tito” Trinidad, Alex “El Nene” Sánchez, Omar “Pastor” Soto, Juanma López, Miguel Cotto y muchos más. Los mencionados carecieron o carecen de buenas esquinas y asesorías.
Bien recuerdo en mi adolescencia, cuando yo practicaba boxeo en el gimnasio Malta Corona en Santurce, había que ver la calidad de los entrenadores que había. Recuerdo a los difuntos Saso Betancourt, Alberto Caquías, Frank Parrilla, Bill Daily y Quique Carrión. Eso era como una escuadra ganadora, como decir un “dream team”. Menciono también a Manny Siaca, quien hoy en día está semiretirado.
Recuerdo haber visto en aquel gimnasio a muchas estrellas como Wilfredo Gómez, Osvaldo Ocasio, José González, Joe “King” Román, Alfredo Escalera, Jimmy Young, Fausto Rodríguez, Cholo Espada, Roberto Durán y Larry Holmes, entre otros.
La culpa no va toda para los entrenadores o apoderados. Los púgiles puertorriqueños son, en su mayoría, indisciplinados y tercos. Tienden a hacer como el dicho: llegan a la fama y se acuestan a dormir. Tampoco se dejan asesorar debidamente y pecan por su ignorancia y por su poca educación tanto social como académica.
El más reciente caso lo tenemos con Miguel Cotto, quien perdió por partida doble en su último compromiso, debido a una movida estúpida hecha tanto por él como por su asesor, el licenciado Gabriel Peñagarícano. Inclusive, lo criticó Bob Arum, exasesor de Cotto. En otras palabras, “le salió el tiro por la culata” porque perdió el combate y perdió monetariamente.
Ejemplifico lo que digo recordando al gran Muhammad Ali. Su entrenador, Angelo Dundee, fue quien lo llevó a la cima. En otras palabras, por más talentoso que sea un púgil, si no tiene un buen entrenador, las posibilidades de limitarse son mayúsculas.

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