El accidente en motocicleta que Félix Verdejo sufrió el pasado 7 de agosto en Río Grande le agregó a la lista de interrogantes que rodean la carrera del prometedor peso ligero.
Antes del incidente, ya había quienes cuestionaban el enfoque y madurez del pulido esgrimista. Otros preguntaban si Verdejo era un verdadero noqueador natural; esto a pesar de su récord: 22-0, con 15 nocauts.
Ahora, tras sufrir heridas en múltiples áreas de su cuerpo, incluyendo el rostro y brazos, hay quienes ponen en duda la recuperación del púgil tras el accidente. Incluso, otros alegan que su fortaleza física y asimilación nunca será la misma, en especial si pelea por el título mundial en verano
Verdejo tendrá la oportunidad de aclarar estas interrogantes el próximo viernes, 3 de febrero, cuando choque con Oliver Flores en el coliseo Roberto Clemente de Hato Rey. Será la primera pelea de El Diamante desde que noqueó en cinco asaltos a Juan José Martínez el 11 de junio en Manhattan.
Durante una visita reciente de El Nuevo Día, Verdejo lucía tan cómodo y relajado como siempre entrenando en el Club Diamante de Trujillo Alto.
“Me siento tranquilo. Se que estoy ‘ready’ porque hemos entrenado fuerte, no tan solo para esta pelea, sino pensando en la de título mundial”, dijo Verdejo, en referencia a su proyectado pleito este verano con Terry Flanagan, el campeón 135 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Esa pelea estaba preliminarmente pautada para noviembre pasado, pero el incidente vial pospuso el duelo.
“Tenemos que salir de esta pelea primero. Pero sabemos que, si Dios permite, eso va a llegar. Estoy bien enfocado”, agregó Félix.
Su entrenador y manejador, Ricky Márquez, entiende que la caída de Verdejo pudo ser un empujón del destino el cual, de manera algo dolorosa, lo colocó de nuevo en el camino correcto.
“El accidente de Félix en un momento pareció algo negativo. Pero lo que ha sucedido con su madurez, tanto física como emocional, y con las cosas que están sucedido en el boxeo ahora, parecería que se alinearon los planetas”, indicó Márquez, en referencia a que Verdejo podría ser quien traiga de regreso los aires campeoniles a la Isla luego de la derrota de su amigo José Pedraza, quien hasta hace poco era el único campeón mundial que quedaba residiendo en Puerto Rico.
Pero, para eso, El Diamante primero tiene que brillar en el Clemente y demostrar que su integridad física y mental no quedó comprometida por el accidente.
Recuperación total
Márquez y Verdejo aseguran que el púgil está luciendo mejor que nunca, y que reacciona bien cuando los guanteos preparatorios calientan.
“Claro que sí. Se quedó ese reflejo. Estoy igualito que antes”, dijo Verdejo, cuyas cicatrices –especialmente la de la herida en la frente– han sanado al punto de que casi son indistinguibles.
“Mi temor era cuando me dieran en la frente, que no fuera a abrirse eso (la herida). Pero estoy bien. Ya he cogido par de golpes y he respondido bastante bien. Los reflejos, los movimientos siguen igual, intactos”, agregó.
Y Verdejó aseguró que ante el nicaragüense Flores ofrecerá un vistazo de lo que piensa llevar a su primera pelea titular.
“Oliver Flores es alto. Y es zurdo igual que Flanagan. Cada cual tiene su estilo y en este deporte no hay enemigo pequeño”, sostuvo Félix. “Lo van a ver, un Verdejo explosivo, fuerte y buscando pelea, trabajando los planos bajos y tirando más golpes”.
Antes del incidente, ya había quienes cuestionaban el enfoque y madurez del pulido esgrimista. Otros preguntaban si Verdejo era un verdadero noqueador natural; esto a pesar de su récord: 22-0, con 15 nocauts.
Ahora, tras sufrir heridas en múltiples áreas de su cuerpo, incluyendo el rostro y brazos, hay quienes ponen en duda la recuperación del púgil tras el accidente. Incluso, otros alegan que su fortaleza física y asimilación nunca será la misma, en especial si pelea por el título mundial en verano
Verdejo tendrá la oportunidad de aclarar estas interrogantes el próximo viernes, 3 de febrero, cuando choque con Oliver Flores en el coliseo Roberto Clemente de Hato Rey. Será la primera pelea de El Diamante desde que noqueó en cinco asaltos a Juan José Martínez el 11 de junio en Manhattan.
Durante una visita reciente de El Nuevo Día, Verdejo lucía tan cómodo y relajado como siempre entrenando en el Club Diamante de Trujillo Alto.
“Me siento tranquilo. Se que estoy ‘ready’ porque hemos entrenado fuerte, no tan solo para esta pelea, sino pensando en la de título mundial”, dijo Verdejo, en referencia a su proyectado pleito este verano con Terry Flanagan, el campeón 135 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Esa pelea estaba preliminarmente pautada para noviembre pasado, pero el incidente vial pospuso el duelo.
“Tenemos que salir de esta pelea primero. Pero sabemos que, si Dios permite, eso va a llegar. Estoy bien enfocado”, agregó Félix.
Su entrenador y manejador, Ricky Márquez, entiende que la caída de Verdejo pudo ser un empujón del destino el cual, de manera algo dolorosa, lo colocó de nuevo en el camino correcto.
“El accidente de Félix en un momento pareció algo negativo. Pero lo que ha sucedido con su madurez, tanto física como emocional, y con las cosas que están sucedido en el boxeo ahora, parecería que se alinearon los planetas”, indicó Márquez, en referencia a que Verdejo podría ser quien traiga de regreso los aires campeoniles a la Isla luego de la derrota de su amigo José Pedraza, quien hasta hace poco era el único campeón mundial que quedaba residiendo en Puerto Rico.
Pero, para eso, El Diamante primero tiene que brillar en el Clemente y demostrar que su integridad física y mental no quedó comprometida por el accidente.
Recuperación total
Márquez y Verdejo aseguran que el púgil está luciendo mejor que nunca, y que reacciona bien cuando los guanteos preparatorios calientan.
“Claro que sí. Se quedó ese reflejo. Estoy igualito que antes”, dijo Verdejo, cuyas cicatrices –especialmente la de la herida en la frente– han sanado al punto de que casi son indistinguibles.
“Mi temor era cuando me dieran en la frente, que no fuera a abrirse eso (la herida). Pero estoy bien. Ya he cogido par de golpes y he respondido bastante bien. Los reflejos, los movimientos siguen igual, intactos”, agregó.
Y Verdejó aseguró que ante el nicaragüense Flores ofrecerá un vistazo de lo que piensa llevar a su primera pelea titular.
“Oliver Flores es alto. Y es zurdo igual que Flanagan. Cada cual tiene su estilo y en este deporte no hay enemigo pequeño”, sostuvo Félix. “Lo van a ver, un Verdejo explosivo, fuerte y buscando pelea, trabajando los planos bajos y tirando más golpes”.
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