sábado, 27 de octubre de 2012

Abregu:La experiencia pudo mas.

El argentino Luis Carlos Abregú (34-1 con 28 KOs) noqueó al prospecto puertorriqueño Thomas Dulorme (17-1 con 12 KOs) en el séptimo asalto de la pelea principal del programa celebrado este sábado en el Turning Stone Resort Casino en Verona, N.Y., y le arrojó un balde de agua fría a quienes ya lo veían como la nueva sensación del boxeo boricua.

El combate, que había despertado muchas expectativas, demostró varias cosas, pero la primera sin duda alguna, es que Dulorme aún no estaba listo para los grandes desafíos. En segundo lugar, y quizás tan importante como la primera, es que el argentino demostró que necesita de más oportunidades. Tal vez, como lo reclamó al final del pleito, una revancha contra el único que ha conseguido derrotarlo: Timothy Bradley.



"Aquél día (de la pelea con Bradley) tenía la mano lesionada, si hubiera tenido las condiciones del presente, Bradley no me gana" aseguró.

Con relación al desarrollo de la batalla, mostró un comienzo cauteloso de Abregú, al tiempo que Dulorme se veía aplomado y ofensivo, al punto que ganó claramente los dos primeros asaltos. Para ello le bastó trabajar en base a una repetida combinación de doble y triple jab de izquierda con un remate de derecha que lucía bien a los ojos del público, pero resultaba ineficiente antes la guardia cerrada de Abregu.

Ya al final del segundo asalto, el argentino mostró el primer problema del boricua. Fallaba en defensa cuando lo presionaban por adentro. Y tan así fue, que en el tercer asalto comenzó la debacle. Una derecha por afuera y por encima de su brazo izquierdo impactó en el mentón y lo mandó a la lona. Luego de la cuenta, como pudo sobrevivió hasta el final del episodio.

Para el cuarto round, Dulorme cambio a guardia izquierda y fue saliendo de los aprietos ante la confusión que le planteó la mudanza al plan de pelea a su oponente. El propio argentino reconoció luego del combate que siempre tiene problemas ante los zurdos.

Sin embargo, de manera inexplicable, para el séptimo asalto Dulorme regresó a la guardia diestra y ese fue su final. Abregú lo mando nuevamente a la lona luego de conectarlo varias veces y la esquina del boricua resolvió parar la pelea, en forma acertada, su pupilo había dado ya lo que podía dar.

A Dulorme le falta bastante aún. En primer lugar debe aprender a utilizar el gancho y a golpear al cuerpo del rival, algo que no hizo en este combate. Debe lanzar rectas de derecha cada vez que utiliza el doble jab. Ante Abregu cada vez que punteaba con una mano, la otra la lanzaba volada o desde una posición demasiado lejana como para hacer daño. Deberá trabajar mejor en la corta distancia y aprender a mover la cabeza. Ante el argentino fue un blanco fijo casi permanente.

Este resultado inobjetable, tiene para mi más de una lectura. Gary Shaw, su promotor, antes de la pelea dijo estar nervioso sobre el papel de su protegido. Incluso había dicho que si lo veía ganar con problemas lo habrían de mantener en ese nivel una o dos peleas más. Creo que más que eso, deberán dejarlo crecer de manera natural sin apresurarlo. De cualquier manera, algo hay que aplaudir a Shaw y es su sinceridad, que contrasta con lo que estamos acostumbrados a ver en otros prospectos a quienes solo le han buscado rivales a modo para fabricar su crecimiento.

A Dulorme le pusieron a alguien que lo probara en serio y este les demostró que al joven boricua le falta un largo trecho para llegar a las grandes ligas. Con respecto al ganador, esta batalla le dio vitrina televisiva, ofreció un gran espectáculo y merecidamente se ganó una nueva oportunidad de título. Ojala que sea pronto.

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