Via:Prensa Promociones del Pueblo
DOÑA MERCEDES PORTILLO SIEMPRE JUNTO AL “MICKY“ ROMAN
La carrera y el éxito de un boxeador no se puede entender sin el apoyo familiar, el vínculo entre los pugi...listas y su madre es especialmente estrecho, pues son ellas quienes se encargan de procurar en la alimentación y cuidados a los profesionales del boxeo.
La carrera y el éxito de un boxeador no se puede entender sin el apoyo familiar, el vínculo entre los pugi...listas y su madre es especialmente estrecho, pues son ellas quienes se encargan de procurar en la alimentación y cuidados a los profesionales del boxeo.
Tal es el caso de Doña Mercedes Portillo quien hace ya algunos años cruzaba todos los días el Río Bravo por el puente que divide Ciudad Juárez y Texas para trabajar en El Paso y llevar el sustento a sus hijos entre ellos el pequeño Luis Miguel Román Portillo, quien hoy en día es conocido como Miguel “Micky“ Román.
La suerte le sonrió a aquel muchachito que debutó en el profesionalismo aún siendo un niño, su trabajo y dedicación rindieron frutos y se encuentra a un paso de la disputa del título del mundo; ahora esa mujer que supo sacar adelante a sus hijos se encuentra en Guadalajara apoyando a su hijo en su preparación y fungiendo como su nutrióloga de cabecera, pues es ella quien prepara los alimentos que consume el “Micky“ en su concentración a más de 1500 kilómetros de casa.
Román es el claro ejemplo del boxeador que nacido de barrio no ha olvidado sus raíces ni a la gente que le tendió la mano ahora que el éxito está de su lado y que el panorama pinta muy positivo para su carrera.
La suerte le sonrió a aquel muchachito que debutó en el profesionalismo aún siendo un niño, su trabajo y dedicación rindieron frutos y se encuentra a un paso de la disputa del título del mundo; ahora esa mujer que supo sacar adelante a sus hijos se encuentra en Guadalajara apoyando a su hijo en su preparación y fungiendo como su nutrióloga de cabecera, pues es ella quien prepara los alimentos que consume el “Micky“ en su concentración a más de 1500 kilómetros de casa.
Román es el claro ejemplo del boxeador que nacido de barrio no ha olvidado sus raíces ni a la gente que le tendió la mano ahora que el éxito está de su lado y que el panorama pinta muy positivo para su carrera.
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